Máscaras, ego y el poder de la respiración – Kike Sanjose
- 8 sept
- 3 Min. de lectura
La infancia y las primeras máscaras
Kike Sanjose creció en un hogar estable, con un padre inmigrante y una madre guatemalteca muy trabajadores. Aunque nunca vivió violencia en casa, sí enfrentó la ausencia emocional de sus padres, lo que dejó huellas de inseguridad y una necesidad profunda de sentirse aceptado. Desde pequeño aprendió a ponerse “máscaras” para encajar y recibir atención, algo que con el tiempo moldeó su carácter.
Muy joven se casó tras un embarazo inesperado y asumió la paternidad a los 20 años. Esa etapa lo llevó a trabajar y a construir una familia junto a su esposa, a quien describe como un corazón inmenso y el pilar que le sostuvo en sus momentos más difíciles.
Ego, estereotipos y crisis personal
Durante décadas, Kike vivió bajo el estereotipo del “macho proveedor”. Se enorgullecía de su éxito profesional, del carro que manejaba o de la ropa que vestía. Sin embargo, esa búsqueda constante de validación solo alimentaba un ego que lo volvía controlador y distante.
Con el tiempo, ese estilo de vida se volvió insostenible. Como él mismo reconoce: “Me caía tan mal que pasé diez días sin poder verme al espejo.” Ese punto de quiebre lo obligó a replantearse todo y a reconocer que, si no cambiaba, perdería lo más valioso: su familia.
El rol de su esposa y sus hijos
Su esposa, a quien llama “una santa”, ha sido clave en su transformación. Con paciencia y fortaleza, lo acompañó en el camino de cuestionar su ego y romper con viejos patrones. Sus cuatro hijos, ya adultos e independientes, se convirtieron en verdaderos maestros para él, mostrándole con su ejemplo que la libertad y la autenticidad son más importantes que la dependencia familiar.
El descubrimiento de la respiración
El verdadero giro llegó gracias a un taller de respiración profunda. Lo que comenzó como una curiosidad terminó en una experiencia transformadora: en medio de una sesión, se quebró emocionalmente y no pudo dejar de llorar. Esa práctica le permitió quitarse “velos” y verse de frente, con todas sus luces y sombras.
Motivado por lo vivido, buscó formarse y hoy es coach de respiración. Explica que, aunque respiramos más de 25,000 veces al día, casi nadie lo hace de manera consciente. Aprender a respirar bien regula el sistema nervioso, ayuda a manejar el estrés, mejora el descanso y permite conectar con emociones profundas sin necesidad de sustancias externas.
Una nueva masculinidad
Kike reconoce que la sociedad latina ha limitado a los hombres a mostrar solo una emoción: el enojo. Para él, romper con ese molde es fundamental. En espacios como Hombres Todoterreno, ha encontrado un lugar seguro donde los hombres pueden ser vulnerables, compartir sus miedos y apoyarse sin juicios.
“La única emoción socialmente permitida para los hombres es el enojo. Es hora de romper ese esquema.”
La vulnerabilidad, lejos de ser debilidad, se convierte en una herramienta de unión y fortaleza. Para Kike, mostrarse auténtico lo acercó más a su familia y le permitió vivir relaciones más sanas.
Vivir con consciencia
Hoy, Kike define la consciencia como la capacidad de estar presente. Disfrutar de un atardecer, sentir el agua al bañarse o simplemente escuchar el silencio con su esposa son momentos que valora más que cualquier logro material. Reconoce que el ego nunca desaparece, pero insiste en que la clave está en vivir un día a la vez y en aprender a escucharse con honestidad.
Preguntas frecuentes (FAQ)
¿Qué significa “vivir con máscaras”?Es adaptarse a lo que otros esperan para sentirse aceptado, ocultando la verdadera identidad.
¿Cómo influyó la respiración en su cambio?Le permitió conectar consigo mismo, liberar cargas emocionales y desarrollar consciencia plena.
¿Qué es “Hombres Todoterreno”?Un grupo seguro donde los hombres pueden ser vulnerables, compartir y sanar sin juicios.
¿Por qué habla de la vulnerabilidad como fortaleza?Porque mostrarse auténtico acerca más a los seres queridos y permite relaciones más sanas.
Conclusión
La historia de Kike Sanjose demuestra que el verdadero cambio empieza al quitarse las máscaras del ego y aceptar la vulnerabilidad. La respiración se convierte en una herramienta poderosa para sanar, y la consciencia en un estilo de vida que transforma la manera de relacionarnos con nosotros mismos y con los demás.
Su experiencia nos invita a repensar qué significa ser hombre hoy y cómo podemos construir una masculinidad más auténtica, libre y humana.



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